lunes, 29 de septiembre de 2014

Núm. 23. OTRA VEZ SANDRA

Fecha de publicación: 9 - VI - 1979.


   " ¡Eso temo...! ¡El paso del tiempo...que hace olvidar! ¡Y que otra mujer se interpone entre los dos! " -Ana María.



      El Guerrero del Antifaz se enfrenta a Poulo, desarmándole y dejándole inconsciente. Alertados por los ruidos de la pelea, Garcilaso y algunos de sus hombres se personan en la sentina del barco, donde nuestro héroe les informa de lo acontecido con el griego. El capitán, que no quiere mujeres a bordo, decide abandonar a Li Chin en el mar; pero la joven promete encerrarse en un camarote, lejos de las miradas de la tripulación, para no ser motivo de discordia entre ella. El castigo de Poulo consistirá en recibir veinte latigazos, mas el Guerrero se opone a que el marinero sufra semejante humillación.
      El incidente ha hecho que la nave cristiana descuide la vigilancia y se vea asediada por tres barcos corsarios con pabellón turco. Los cañones enemigos barren la cubierta y Garcilaso organiza rápidamente la defensa.
      Da la casualidad de que los navíos otomanos están capitaneados por una antigua conocida de todos, Sandra, que al descubrir al Guerrero entre los hombres del barco atacado ordena a los suyos que cese el fuego. Pero Bofarul, el segundo de a bordo de Sandra, no está de acuerdo con ella y ordena a los suyos que sigan disparando.
      Por su parte, el enmascarado también se ha percatado de la presencia de su amiga y pide a los cristianos que no usen los cañones, pero, viendo que el fuego enemigo cae sobre ellos, no atienden a su petición.
      Sandra se enfrenta, espada en mano, a Bofarul para ver cómo es desarmada por él. Cuando dos esbirros del rebelde se disponen a encerrarla, el cristiano del antifaz salta al barco otomano para auxiliar a la joven, quien no puede reprimir la alegría de tenerle de nuevo a su lado.
      Mientras tanto, Poulo se apresta a huir con Li Chin, a la que obliga a lanzarse al mar con él. Son descubiertos por dos turcos que se disponen a atravesarles con sus lanzas; sin embargo, Sandra aparece en ese momento y lo impide. Comprendiendo rápidamente la situación en la que se encuentra su rival, la capitana deja que Poulo se la lleve lejos, confiada en que el griego no le hará daño. En otro lugar del barco, ignorante de lo que sucede, nuestro héroe se emplea a fondo con los atacantes.
      En España, Sarita, es testigo de la desesperación de Ana María, que asegura que se quitará la vida antes de traer a este mundo al hijo que espera. El que el Guerrero se haya ido de su lado para olvidar y que Li Chin esté con él la mortifican hasta lo indecible.

COMENTARIOS:

               -Numeración en interior de la contraportada, 366.

viernes, 14 de marzo de 2014

Núm. 22. BUSCANDO PELEA

Fecha de publicación: 2 - VI - 1979.



       Tiempo después de abandonar el condado de Roca con la intención de buscar a sus amigos Don Luis y Fernando y luchar junto a ellos contra los piratas berberiscos que amenazan las aguas españolas, el Guerrero del Antifaz advierte que Li Chin le ha estado siguiendo. Cuando amonesta a la joven para que regrese al castillo y permanezca allí, son atacados por los hombres de  "Máscara de Hierro"  que aguardan escondidos el regreso de su jefe. El enmascarado y su compañera se defienden valientemente y consiguen ponerles en fuga. Algunos nativos y soldados del lugar se unen a nuestro héroe para perseguir a los samurais supervivientes que huyen en una barca hacia las dos naves piratas fondeadas junto a la costa. Desde las almenas de una torre de vigilancia el Guerrero y sus aliados disparan  bombardas y culebrinas contra la cubierta de ambos barcos.
       En ese momento, hace su aparición la nave del capitán Garcilaso quien, dándose cuenta rápidamente de la situación, intercepta los navíos orientales. Cogidos entre dos fuegos, los piratas son aniquilados.
       Tras desembarcar, Garcilaso se entrevista con nuestro héroe y es informado de lo ocurrido con el impostor. Como compensación por el error cometido al traer al suplantador, el capitán se ofrece a llevar en su barco al enmascarado y ayudarle en la búsqueda de sus amigos. Li Chin pretende hacerse a la mar junto al hombre que ama, pero el Guerrero y Garcilaso se oponen a ello. Poulo, un griego encargado de los víveres, se siente irresistiblemente atraído por su belleza y propone a la joven embarcar en secreto. Li Chin no acepta la oferta, obedeciendo la voluntad del Guerrero de que vuelva con la condesa Ana María y permanezca a su lado; pero la idea de vivir con la que considera su rival se le hace harto insoportable y, en el último minuto, decide volver grupas a su caballo y aceptar la proposición de Poulo.
       El griego oculta a la joven en una tinaja que es subida a bordo y depositada en la sentina con las demás provisiones. Allí, un marinero borracho les sorprende y Poulo, viendo peligrar sus planes, le golpea salvajemente hasta dejarle inconsciente. El griego pretende que nadie sepa de la presencia de Li Chin, a quien pretende retener para sí. Pero a la muchacha no le gusta que le pongan las manos encima y, empleando sus habilidades para la lucha cuerpo a cuerpo, hace que muerda el polvo. Poulo simula aceptar la negativa de  Li Chin a mantener relaciones con él y promete no denunciar su presencia a bordo; pero cuando sube la escalera que conduce a la cubierta, le da una patada en la cara y se abalanza sobre ella. Viéndose superada por el fornido hombre Li Chin pide auxilio a gritos al Guerrero, quien se lanza por el hueco de la escalera sobre el griego y lo derriba en el suelo. Lleno de ira, Poulo saca un cuchillo.


COMENTARIOS:

                 -En la serie clásica, en el cuaderno 134, titulado "Corsarios y piratas", contemplamos una situación análoga a la de este episodio; en ella, nuestro héroe, desilusionado al no poder demostrar a los nobles cristianos que no es el hijo del pérfido Alí Kan, decide embarcar junto al Pirata Negro en la nave del capitán Tárraga para, en sus propias palabras, "...luchar por los míos contra los piratas que saquearon nuestras costas y barcos.".  Zoraida, que le ha seguido hasta la costa, le implora que le deje embarcar con él, pero el Guerrero se opone a ello y le ordena que regrese al condado de Torres, feudo del padre de Ana María, y se quede allí. En esta ocasión será el Pirata Negro quien se preste a ayudar a la joven, si bien, con mejores intenciones que las que Poulo abriga hacia Li Chin, ya que, tomándola bajo su protección, consigue el permiso de Tárraga para que suba a bordo.

                 -Numeración en interior de la contraportada, 365. 

viernes, 14 de febrero de 2014

Núm. 21. ILUSIONES ROTAS

Fecha de publicación: 26 - V - 1979.



   "Lo sucedido entre Ana María y el impostor dejará eterna huella en mi alma, Sarita". -El Guerrero del Antifaz.




     Tras comprobar que quien está ante ellos es el verdadero conde de Roca y no un suplantador, Ana María, Sarita y Ramiro ponen a éste al corriente de lo sucedido desde que "Máscara de Hierro" le hiciera prisionero y se lo llevara. Alarmado al saber que el pirata samurai había regresado al castillo dos días antes, nuestro héroe ordena que su cadáver sea buscado en el foso para así confirmar que ha muerto ahogado. Al no encontrar el cuerpo llegan a la conclusión de que, tal vez, la corriente lo haya arrastrado.
     Desde el primer momento Ana María es consciente de la amenaza que Li Chin representa para la estabilidad de su matrimonio y decide que hay que buscarle un hogar fuera del castillo. Esa noche, en la intimidad del lecho, informa a su esposo de su próxima maternidad y le hace partícipe del miedo que tiene a que el padre de la criatura sea el impostor que abusó de ella cuando estaba amnésica. El Guerrero reacciona mal, negándose a que el niño nazca, y, ofuscado, está a punto de emplear la espada contra su propia esposa.
     "Máscara de Hierro", que ha conseguido infiltrarse en el castillo, se abre paso hasta los aposentos de los condes, cuya puerta vigilan, inquietos, los celosos Ramiro y Li Chin. El pirata hiere al escudero clavándole una alabarda en la espalda. Aun herido, Ramiro le hace frente hasta que cae derribado por un golpe del oriental. En ese momento, la puerta de la alcoba se abre dejando paso al Guerrero del Antifaz, quien, cansado de su enemigo, se emplea a fondo, y, tras singular combate, lo decapita.
     Ana María atiende, solícita, las heridas de Ramiro, cosa que Li Chin aprovecha para espetarle que se interesa demasiado por la suerte de un simple criado delante de su esposo. La condesa se defiende de sus insinuaciones y deja claro que entre ellas no puede haber amistad.
     Algo se ha roto entre Ana María y nuestro héroe, quien decide poner tierra de por medio y seguir los pasos de sus amigos Don Luis y Fernando, los cuales, ignorantes de su retorno, siguen buscándole al tiempo que combaten contra los piratas que asolan las aguas españolas. Aunque el deseo del Guerrero es que Li Chin se quede en el castillo, ésta se escapa y. montada a caballo, le sigue de lejos sin que él lo sepa.


COMENTARIOS:

             -Li Chin demuestra ser una rival franca y directa que no oculta la antipatía que siente hacia Ana María desde el mismo momento en que la conoce. El que el enmascarado sea un hombre casado no supone ningún obstáculo para ella.
              -Gago siembra sutilmente la duda:  ¿Y si el hijo que espera Ana María no fuese realmente fruto de su violación a manos del impostor?. Como ella misma dice, tiene "terribles sospechas" de que lo sea;  pero, como todos sabemos, una sospecha no equivale a una certeza.
             -Resulta curioso que el Guerrero se enfrente a "Máscara de Hierro" con el rostro totalmente cubierto cual verdugo y termine cortándole la cabeza.
              -En la viñeta 5 de la página 6 está claro, por la postura del brazo y de la mano derechos de nuestro héroe, que el Guerrero originalmente empuñaba una espada con la que estaba a punto de atentar contra su esposa al saber que el hijo que espera no es de él. Lo más probable es que a alguien de Valenciana la escena le resultase demasiado fuerte y Gago se viese obligado a hacer desaparecer al arma. Sin embargo, en la siguiente viñeta, vemos cómo el enmascarado la arroja al suelo al darse cuenta de que "iba a reaccionar como una mala bestia".
             -Numeración en interior de la contraportada, 364.