jueves, 29 de agosto de 2013

Núm. 19. PRISIONEROS DE SANDRA

Fecha de publicación: 12 - V - 1979.




"Prefiero morir antes que traer al mundo a esa criatura." -Ana María, al serle confirmado su nuevo embarazo.


      El Guerrero del Antifaz se enfrenta al temible Mohamet Krim, quien supuestamente parte con ventaja, ya que a su espada hay que sumar el afilado pincho de acero que sustituye su mano izquierda perdida. Pero el berberisco no es rival para nuestro héroe, que logra vencerle y tomarle prisionero. Al ver derrotado a su jefe los piratas se baten en retirada y retornan a sus naves, alejándose. Por su parte, los isleños deponen las armas y se someten rápidamente a los vencedores.
       De vuelta al palacete, Sandra pide por enésima vez al enmascarado que se quede con ella como capitán de todas sus fuerzas, asegurándole que le hará rico y feliz; pero él le recuerda que en España le espera su familia. Todul también ruega a Li Chin que se quede, pero la joven manifiesta su deseo de seguir al lado del Guerrero, a quien ama. Sandra aparenta respetar los deseos de la pareja, pero en su interior planea retenerla, aunque tenga que emplear la fuerza.
       En España, Ana María se hace examinar por el físico del castillo y sus peores temores se confirman: está nuevamente embarazada, y esta vez el hijo que espera es fruto de su violación a manos del impostor. La noticia la sume en una honda desesperación y, desolada, confiesa a Sarita que prefiere morir a traer al mundo a ese hijo. Adolfito, que ignora los motivos por los que su madre es desdichada, no entiende porqué no es feliz ahora que va a darle un hermanito. Ramiro, que en ausencia del conde de Roca se ha convertido en confidente del niño, trata de disipar sus temores, ocultándole el verdadero tranfondo de la situación. El escudero también tiene que ver cómo su amada señora le reprocha el no haber acabado con la vida del hombre que tanto mal le ha hecho.
       Durante la guardia en el exterior del castillo dos centinelas ven aparecer de repente a "Máscara de Hierro", quien se salvó de morir ahogado en el mar tras ser recogido por una embarcación amiga. Después de deshacerse de ambos centinelas, se planta ante el portón desafiando a muerte al Guerrero del Antifaz, a quien acusa de haber asesinado a Nasika. Ramiro le informa de que él mató a un impostor y que está dispuesto a ocupar el lugar del verdadero enmascarado si se empeña en su desafío. Ana María ruega al escudero que no lo haga pero, animado al ver que la condesa se preocupa por él, acepta gustoso el combate.
      "Máscara de Hierro" es un enemigo bastante peligroso, pero Ramiro se las ingenia para arrojarlo al foso del castillo, en cuyas aguas el pirata oriental se hunde, arrastrado por el peso de su armadura.
       Mientras tanto, en la isla principal de las Chafarinas, el Guerrero y Li Chin pretenden partir, cuando se ven rodeados y maniatados por los corsarios de Sandra.


COMENTARIOS:

              -Li Chin ya no le esconde a nuestro héroe el amor que siente por él. A su vez, es indudable que el enmascarado siente algo más que amistad por la joven. Bastante significativa es la expresión de su rostro cuando, durante el reciente enfrentamiento con los piratas berberiscos, es testigo de las atenciones de Todul para con la joven. ( Ver 1ª  viñeta de la página 2. De la forma más sencilla Gago explicita,  a través del dibujo y sin recurrir al texto, cuáles pueden ser los pensamientos que rondan por la cabeza del protagonista. )

             -Como se pudo ver en el núm. 8 de la serie, Nasika murió a manos de los piratas de Ben Jafiar, ayudando al Guerrero. "Máscara de Hierro" no tiene ninguna base para pensar que el cristiano la mató, ya que, el samurai ni siquiera presenció la muerte de su compañera, y nada se nos dice de que, una vez rescatado del mar, regresara al lugar de la batalla y encontrara su cadáver.

            -Numeración en interior de la contraportada, 362.

viernes, 9 de agosto de 2013

Núm. 18. DEFENDIENDO LA ISLA

Fecha de publicación: 5 - V - 1979.






      Convencido de que el perro asesino volverá a atacar, el Guerrero del Antifaz indaga entre los isleños el paradero del ciego. Un trío de berberiscos se ofrece a llevarle a la morada de Zabeni, que así se llama el invidente, pero lo que verdaderamente traman es asesinar al enmascarado en el interior de una de las casas. El cristiano, que sabe defenderse, pone en fuga a dos de ellos y obliga al tercero a llevarle a la morada del ciego. Este último intenta acabar con la vida del cristiano accionando una palanca que hace caer una enorme losa de piedra del techo. Nuestro héroe no sólo esquiva lo que se le viene encima sino que, además, evita el cuchillo que Zabeni le arroja, dándose cuenta, así, de que el ciego no es tal. Viéndose perdido, el amo del perro asesino, lanza contra el cristiano un recipiente de barro que, al romperse, deja en libertad las numerosas víboras que contiene.
      Mientras el Guerrero se deshace de las serpientes con la ayuda de su espada, Zabeni se dispone a escapar por una ventana pero es mordido por una de las víboras. El enmascarado promete enviarle un físico con un antídoto si le dice dónde está el perro. El falso ciego le contesta que ha ido en busca de Li Chin, y nuestro héroe, sabiendo que la muchacha ha salido a hacer algunas compras en el mercado, se encamina rápidamente hacia allí. Siguiendo el rastro de su nueva víctima, el perro la encuentra y se abalanza sobre ella; pero el Guerrero llega justo a tiempo de evitar la muerte de su amiga y se enfrenta, armado con su acero, al enloquecido animal. Sin embargo, son los corsarios de Sandra los que acaban con el temible can asaetándolo.
      Todul, uno de los capitanes de Sandra, confiesa a su señora que la joven oriental le gusta y desea tomarla por esposa. Viendo una oportunidad para deshacerse de su rival, la otomana le promete que hará cuanto pueda para que sea suya.
      Ahora que el peligro del perro asesino ha pasado y que las islas están bajo dominio de Sandra, el Guerrero manifiesta a esta última su deseo de volver a España con su familia. En ese mismo momento cunde la alarma, pues varios barcos piratas se acercan a la costa disparando sus cañones. Se trata de los navíos de un peligroso pirata berberisco, Mohamet Krim, que, enterado de que las Chafarinas han caído en manos de los otomanos, se dispone a recuperarlas.
      Con la ayuda del Guerrero y Li Chin, los corsarios se aprestan a rechazar a los enemigos que ya desembarcan en la playa. Todul permanece todo el tiempo junto a la mujer que ama, salvándola de alguna situación apurada. Los isleños aprovechan el ataque de sus compañeros para rebelarse y atacar a los otomanos por la retaguardia. Pronto, los hombres de Sandra se ven cogidos entre dos fuegos y, como es habitual en él, nuestro héroe decide enfrentarse personalmente al jefe enemigo.

COMENTARIOS:

             -Numeración en interior de la contraportada, 361.



ESTO ES LO QUE LES PASA A QUIENES INTENTAN ENGAÑAR A NUESTRO HÉROE.