Fecha de publicación: 25 - VIII - 1979. |
Nora, "La bruja", convence a "Hércules" para que no entre en la cabaña, y parte con él para atender al secuaz del bandido.
Quiere la mala suerte que unos soldados que buscan a Ramiro y Ana María por la muerte de los inquisidores y las acusaciones vertidas por Cicuta, se topen con la casa y decidan registrarla.
Dentro encuentran a la pareja objeto de su búsqueda pero, viendo que la mujer está enferma, optan por esperar a que la curandera regrese y le prodigue sus cuidados.
Poco después, Cicuta y "Alcornoque", provistos de caballos, llegan por azar al lugar y, ocultos entre los árboles, espían a los hombres que vigilan la casa. Sospechando que aquellos a los que buscan puedan estar allí, Cicuta se presenta ante el capitán de los soldados, mientras "Alcornoque", dada su mala catadura y para no despertar sospechas, permanece escondido entre la vegetación. Informado de que sus perseguidos están, efectivamente, allí, el falso monje conmina con amenazas a los soldados para que los detengan inmediatamente y los lleven ante la justicia.
Ramiro sale de la cabaña y acusa a Cicuta de falsario, pero el capitán de los soldados cree las palabras de quien tiene por verdadero monje y ordena a los suyos que apresen al escudero. Aprovechando los momentos de confusión, Cicuta y "Alcornoque" entran en la casa por una ventana y se apoderan de Ana María y Adolfito, con los que huyen por el bosque. Pero sin que lo esperen se encuentran, de repente, con el Guerrero del Antifaz, quien, viendo que el falso monje amenaza con matar al niño con un cuchillo, da buena cuenta de él y acaba con su vida. "Alcornoque" no tarda en seguir sus pasos.
Debido a su delicado estado Ana María sufre un desmayo y el enmascarado la deja momentáneamente al cuidado de su hijo mientras acude en ayuda de Ramiro. Pero éste se las ha apañado bien solo y ha puesto en fuga a sus atacantes.
Instalando de nuevo a su esposa en la cabaña y encomendando su cuidado al escudero y Adolfito, nuestro héroe va en busca de los soldados para tratar de explicarles que todo ha sido un vil plan urdido por el falso monje.
COMENTARIOS:
-Realmente es una lástima que un personaje con tantas posibilidades como en un principio apuntaba Cicuta (recuérdese el aura de siniestra maldad que irradiaba en su primera aparición, cuando Gago nos lo presentaba como un verdadero eclesiástico), acabe convertido, por mor de la intromisión censora de Valenciana, en un bandido más, movido por vulgares aspiraciones materiales.
-Numeración en interior de la contraportada, 377.
EL GUERRERO BUSCANDO A LOS SUYOS. |
LA JUSTICIA EN POS DE RAMIRO Y ANA MARÍA. |
POR FIN REUNIDOS.. |
LA MUERTE DE UN MALVADO. |
OTRO MENOS. |
LA FRAGILIDAD DE ANA MARÍA. |