Fecha de publicación: 24-III-1979. |
"Soraya está jugando con fuego y temo que se queme si el sultán se entera de tu proximidad con ella." -Ben Jerifaz al Guerrero.
Justo cuando Obdul está a punto de apuñalarle mientras duerme, el Guerrero del Antifaz despierta sobresaltado por dos motivos: ha tenido una pesadilla en la que el impostor llegaba hasta Ana María y la voz de Soraya -que vigilaba su sueño detrás de unas cortinas- le grita alertándole del peligro. El enmascarado no tiene dificultad en desarmar y reducir al eunuco, a quien deja marchar después de que la sultana le asegure que su fiel servidor no volverá a atacarle.
Obdul tiene miedo de que el sultán se entere del juego de Soraya con el cristiano y tome represalias contra ella, por lo que se persona en las cocinas de palacio, donde Li Chin sirve como criada, con la esperanza de que la joven pueda, de algún modo, hacer que el Guerrero se aleje de la sultana.
Cuando regresa a ocupar su puesto el eunuco se encuentra con Ben Jerifaz que, al enterarse de que su rival todavía sigue vivo, monta en cólera. Li Chin interviene intentando hacer ver al capitán que el cristiano dejará de ser un problema para él si le facilita la fuga. Jerifaz se presenta ante el Guerrero y la sultana y ofrece sus servicios al primero para ayudarle a abandonar Esmirna; pero enseguida se deja llevar por los celos y acaba enzarzándose en una pelea con el que cree es su rival. Éste, más hábil en la lucha, pronto domina la situación y le vence.
Obdul, que sigue empeñado en proteger a su ama de las iras del sultán, advierte a éste de que hay un esclavo cristiano rondando a Soraya que puede ponerla en peligro. El sultán ordena que envenene a nuestro héroe sin que ella sepa de quién ha partido la idea, pero una esclava, de nombre Zula, es testigo de la conversación y corre a avisar a su señora. Viendo los peligros que rodean al objeto de su capricho, Soraya decide eximirle de su promesa de no escapar.
Más tarde, cuando el eunuco sirve la comida, la sultana le ordena que pruebe los alimentos del enmascarado. Obdul se niega alegando que no son de su gusto pero al ver que su ama se dispone a probarlos ella misma, descubre su juego y se lanza, empuñando un cuchillo, contra el extranjero que tanto detesta. El Guerrero esquiva el ataque y, tras asestarle unos cuantos golpes, lo deja inconsciente. Soraya comprende que las dificultades son cada vez mayores en torno a ellos y se declara dispuesta a dejarlo todo y seguir al cristiano del antifaz, pero éste le recuerda que en su patria le espera su familia y ella termina por renunciar, permitiéndole marchar.
Ben Jerifaz es el encargado de poner al enmascarado y a Li Chin en un barco tunecino que les llevará a España, mas la mala catadura de la tripulación hace que nuestro protagonista desconfíe y aconseje a su compañera que permanezca en el camarote. La muchacha, que está feliz de poder seguir al hombre del que está enamorada, le pide que se quede a su lado pues tiene miedo.
Tiempo después, cuando ya navegan por pleno mar Egeo, el capitán de la nave, que resulta ser el esclavista "Garfio Chamul", sale a cubierta y llama a la puerta del camarote. El Guerrero reconoce la voz de su enemigo y lo espía a través de una grieta en la madera. Ayudado por Boguro y otros marineros el pirata emplea un mástil roto como ariete y derriba la puerta convencido de que van a sorprender indefensas a sus víctimas, pero ya el enmascarado les espera armado con su espada.
COMENTARIOS:
-En este episodio vemos cómo Li Chin exhibe cada vez más abiertamente su amor hacia el Guerrero, quien, de momento, sólo parece sentir gratitud hacia la muchacha y piensa que ésta estaría más segura quedándose con Soraya en Esmirna que siguiéndole a él.
-A pesar de su actitud un tanto caprichosa Soraya demuestra ser una mujer generosa que no duda en renunciar al hombre que ama ( o que cree amar ) si ve que la vida de éste corre peligro. Aunque el sultán parece tolerar sus devaneos con otros, también es cierto que hay límites que ella no puede traspasar so pena de exponerse a sufrir la cólera de su esposo.
-Numeración en interior de la contraportada, 355.
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