miércoles, 6 de marzo de 2013

Núm.10. EL FIN DE UN MALVADO

Fecha de publicación: 10-III-1979.


"¿Qué podemos hacer? ¡Es evidente que ella perdió la memoria y no reconoce a su esposo...pero ellos han de ser quienes arreglen su problema!" - Servidor del castillo de Roca al oír los gritos de Ana María
. 


      Mientras Ramiro y el impostor pelean, Adolfito pide ayuda a los servidores del castillo, quienes se presentan al momento en los aposentos privados de sus señores. Allí, el escudero intenta convencerles de que Ana María corre un serio peligro al lado del conde pero, antes de que pueda seguir hablando, el suplantador le hiere con el aguijón empozoñado de su anillo y cae inconsciente. El gigante es encerrado en una mazmorra y la desamparada condesa queda a merced del impostor sin que sus súbditos, que se agolpan tras la puerta del dormitorio, se decidan a intervenir. No sabemos si desmayada por la tensión del momento o porque ha sido golpeada, Ana María pierde el conocimiento y es llevada hasta el lecho en brazos del falso conde.
      Supervivientes de la batalla naval en la que se han enfrentado musulmanes y samurais, el criado de Li Chin, su amigo Kid y un pirata moro se unen al Guerrero del Antifaz y a la joven oriental, componiendo una pequeña tripulación que, a duras penas, consigue gobernar el barco y poner rumbo a España. Atrás dejan, sin saberlo, a "Máscara de Hierro", que después de caer al agua logró aferrarse a un madero flotante y no murió ahogado. Sin embargo, su situación es crítica, ya que las fuerzas le abandonan.
      Tiempo después una espesa niebla les envuelve impidiéndoles ver, hasta que es demasiado tarde, una nave tunecina que les aborda. Al mando de los asaltantes están "Garfio Chamul" -un pirata manco dedicado al tráfico de esclavos- y su fiel segundo, el gigantesco negro Boguro. De la tripulación del barco agredido sólo sobreviven Li Chin y el guerrero enmascarado. Ella es obligada a servir como criada de Chamul y Boguro y él es encadenado junto a los demás esclavos, cuyo destino es ser vendidos en Constantinopla.
      En España, el físico del castillo de Roca suministra a Ramiro un antídoto contra el veneno y, junto a Nicasio (ver núm. 1), le pone en libertad, pues como él, ambos hombres también tienen sus dudas acerca de la verdadera identidad de quien dice ser el conde. Este último expulsa con violencia a Adolfito de junto a la puerta de la alcoba donde Ana María, que muestras señales inequívocas de haber sido forzada, implora ayuda a gritos.
      Totalmente recuperado, Ramiro se presenta armado con una espada y se enfrenta al falso Guerrero; esta vez el escudero está prevenido contra el anillo empozoñado y lleva la pelea al cuerpo a cuerpo, consiguiendo sujetar a su adversario con una llave y romperle las cervicales.


COMENTARIOS:

             -Gago no se amilana en hacer que Ana María, la mimísima esposa del héroe, acabe siendo violada y, en cierto modo, "mancillada" por el impostor; más tratándose de un personaje tan virtuoso y abnegado, caracterizado desde un principio por guardar una fidelidad absoluta hacia el protagonista, a quien siempre considerará el centro de sus atenciones afectivas. Para un tebeo del año 1979 dirigido al gran público ( incluso para uno actual ) el tema resulta altamente insólito y audaz. Recordemos que las compañeras sentimentales de personajes clásicos como Tarzán, Flash Gordon, Príncipe Valiente o del patrio Capitán Trueno, por poner algún ejemplo,  jamás se han visto sometidas a semejante trance, ni siquiera en sus más recientes encarnaciones gráficas, permaneciendo intactas a pesar de haber sido objeto de deseo por parte de más de un villano.

               -Numeración en interior de la contraportada, 353.





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