lunes, 29 de septiembre de 2014

Núm. 23. OTRA VEZ SANDRA

Fecha de publicación: 9 - VI - 1979.


   " ¡Eso temo...! ¡El paso del tiempo...que hace olvidar! ¡Y que otra mujer se interpone entre los dos! " -Ana María.



      El Guerrero del Antifaz se enfrenta a Poulo, desarmándole y dejándole inconsciente. Alertados por los ruidos de la pelea, Garcilaso y algunos de sus hombres se personan en la sentina del barco, donde nuestro héroe les informa de lo acontecido con el griego. El capitán, que no quiere mujeres a bordo, decide abandonar a Li Chin en el mar; pero la joven promete encerrarse en un camarote, lejos de las miradas de la tripulación, para no ser motivo de discordia entre ella. El castigo de Poulo consistirá en recibir veinte latigazos, mas el Guerrero se opone a que el marinero sufra semejante humillación.
      El incidente ha hecho que la nave cristiana descuide la vigilancia y se vea asediada por tres barcos corsarios con pabellón turco. Los cañones enemigos barren la cubierta y Garcilaso organiza rápidamente la defensa.
      Da la casualidad de que los navíos otomanos están capitaneados por una antigua conocida de todos, Sandra, que al descubrir al Guerrero entre los hombres del barco atacado ordena a los suyos que cese el fuego. Pero Bofarul, el segundo de a bordo de Sandra, no está de acuerdo con ella y ordena a los suyos que sigan disparando.
      Por su parte, el enmascarado también se ha percatado de la presencia de su amiga y pide a los cristianos que no usen los cañones, pero, viendo que el fuego enemigo cae sobre ellos, no atienden a su petición.
      Sandra se enfrenta, espada en mano, a Bofarul para ver cómo es desarmada por él. Cuando dos esbirros del rebelde se disponen a encerrarla, el cristiano del antifaz salta al barco otomano para auxiliar a la joven, quien no puede reprimir la alegría de tenerle de nuevo a su lado.
      Mientras tanto, Poulo se apresta a huir con Li Chin, a la que obliga a lanzarse al mar con él. Son descubiertos por dos turcos que se disponen a atravesarles con sus lanzas; sin embargo, Sandra aparece en ese momento y lo impide. Comprendiendo rápidamente la situación en la que se encuentra su rival, la capitana deja que Poulo se la lleve lejos, confiada en que el griego no le hará daño. En otro lugar del barco, ignorante de lo que sucede, nuestro héroe se emplea a fondo con los atacantes.
      En España, Sarita, es testigo de la desesperación de Ana María, que asegura que se quitará la vida antes de traer a este mundo al hijo que espera. El que el Guerrero se haya ido de su lado para olvidar y que Li Chin esté con él la mortifican hasta lo indecible.

COMENTARIOS:

               -Numeración en interior de la contraportada, 366.

viernes, 14 de marzo de 2014

Núm. 22. BUSCANDO PELEA

Fecha de publicación: 2 - VI - 1979.



       Tiempo después de abandonar el condado de Roca con la intención de buscar a sus amigos Don Luis y Fernando y luchar junto a ellos contra los piratas berberiscos que amenazan las aguas españolas, el Guerrero del Antifaz advierte que Li Chin le ha estado siguiendo. Cuando amonesta a la joven para que regrese al castillo y permanezca allí, son atacados por los hombres de  "Máscara de Hierro"  que aguardan escondidos el regreso de su jefe. El enmascarado y su compañera se defienden valientemente y consiguen ponerles en fuga. Algunos nativos y soldados del lugar se unen a nuestro héroe para perseguir a los samurais supervivientes que huyen en una barca hacia las dos naves piratas fondeadas junto a la costa. Desde las almenas de una torre de vigilancia el Guerrero y sus aliados disparan  bombardas y culebrinas contra la cubierta de ambos barcos.
       En ese momento, hace su aparición la nave del capitán Garcilaso quien, dándose cuenta rápidamente de la situación, intercepta los navíos orientales. Cogidos entre dos fuegos, los piratas son aniquilados.
       Tras desembarcar, Garcilaso se entrevista con nuestro héroe y es informado de lo ocurrido con el impostor. Como compensación por el error cometido al traer al suplantador, el capitán se ofrece a llevar en su barco al enmascarado y ayudarle en la búsqueda de sus amigos. Li Chin pretende hacerse a la mar junto al hombre que ama, pero el Guerrero y Garcilaso se oponen a ello. Poulo, un griego encargado de los víveres, se siente irresistiblemente atraído por su belleza y propone a la joven embarcar en secreto. Li Chin no acepta la oferta, obedeciendo la voluntad del Guerrero de que vuelva con la condesa Ana María y permanezca a su lado; pero la idea de vivir con la que considera su rival se le hace harto insoportable y, en el último minuto, decide volver grupas a su caballo y aceptar la proposición de Poulo.
       El griego oculta a la joven en una tinaja que es subida a bordo y depositada en la sentina con las demás provisiones. Allí, un marinero borracho les sorprende y Poulo, viendo peligrar sus planes, le golpea salvajemente hasta dejarle inconsciente. El griego pretende que nadie sepa de la presencia de Li Chin, a quien pretende retener para sí. Pero a la muchacha no le gusta que le pongan las manos encima y, empleando sus habilidades para la lucha cuerpo a cuerpo, hace que muerda el polvo. Poulo simula aceptar la negativa de  Li Chin a mantener relaciones con él y promete no denunciar su presencia a bordo; pero cuando sube la escalera que conduce a la cubierta, le da una patada en la cara y se abalanza sobre ella. Viéndose superada por el fornido hombre Li Chin pide auxilio a gritos al Guerrero, quien se lanza por el hueco de la escalera sobre el griego y lo derriba en el suelo. Lleno de ira, Poulo saca un cuchillo.


COMENTARIOS:

                 -En la serie clásica, en el cuaderno 134, titulado "Corsarios y piratas", contemplamos una situación análoga a la de este episodio; en ella, nuestro héroe, desilusionado al no poder demostrar a los nobles cristianos que no es el hijo del pérfido Alí Kan, decide embarcar junto al Pirata Negro en la nave del capitán Tárraga para, en sus propias palabras, "...luchar por los míos contra los piratas que saquearon nuestras costas y barcos.".  Zoraida, que le ha seguido hasta la costa, le implora que le deje embarcar con él, pero el Guerrero se opone a ello y le ordena que regrese al condado de Torres, feudo del padre de Ana María, y se quede allí. En esta ocasión será el Pirata Negro quien se preste a ayudar a la joven, si bien, con mejores intenciones que las que Poulo abriga hacia Li Chin, ya que, tomándola bajo su protección, consigue el permiso de Tárraga para que suba a bordo.

                 -Numeración en interior de la contraportada, 365. 

viernes, 14 de febrero de 2014

Núm. 21. ILUSIONES ROTAS

Fecha de publicación: 26 - V - 1979.



   "Lo sucedido entre Ana María y el impostor dejará eterna huella en mi alma, Sarita". -El Guerrero del Antifaz.




     Tras comprobar que quien está ante ellos es el verdadero conde de Roca y no un suplantador, Ana María, Sarita y Ramiro ponen a éste al corriente de lo sucedido desde que "Máscara de Hierro" le hiciera prisionero y se lo llevara. Alarmado al saber que el pirata samurai había regresado al castillo dos días antes, nuestro héroe ordena que su cadáver sea buscado en el foso para así confirmar que ha muerto ahogado. Al no encontrar el cuerpo llegan a la conclusión de que, tal vez, la corriente lo haya arrastrado.
     Desde el primer momento Ana María es consciente de la amenaza que Li Chin representa para la estabilidad de su matrimonio y decide que hay que buscarle un hogar fuera del castillo. Esa noche, en la intimidad del lecho, informa a su esposo de su próxima maternidad y le hace partícipe del miedo que tiene a que el padre de la criatura sea el impostor que abusó de ella cuando estaba amnésica. El Guerrero reacciona mal, negándose a que el niño nazca, y, ofuscado, está a punto de emplear la espada contra su propia esposa.
     "Máscara de Hierro", que ha conseguido infiltrarse en el castillo, se abre paso hasta los aposentos de los condes, cuya puerta vigilan, inquietos, los celosos Ramiro y Li Chin. El pirata hiere al escudero clavándole una alabarda en la espalda. Aun herido, Ramiro le hace frente hasta que cae derribado por un golpe del oriental. En ese momento, la puerta de la alcoba se abre dejando paso al Guerrero del Antifaz, quien, cansado de su enemigo, se emplea a fondo, y, tras singular combate, lo decapita.
     Ana María atiende, solícita, las heridas de Ramiro, cosa que Li Chin aprovecha para espetarle que se interesa demasiado por la suerte de un simple criado delante de su esposo. La condesa se defiende de sus insinuaciones y deja claro que entre ellas no puede haber amistad.
     Algo se ha roto entre Ana María y nuestro héroe, quien decide poner tierra de por medio y seguir los pasos de sus amigos Don Luis y Fernando, los cuales, ignorantes de su retorno, siguen buscándole al tiempo que combaten contra los piratas que asolan las aguas españolas. Aunque el deseo del Guerrero es que Li Chin se quede en el castillo, ésta se escapa y. montada a caballo, le sigue de lejos sin que él lo sepa.


COMENTARIOS:

             -Li Chin demuestra ser una rival franca y directa que no oculta la antipatía que siente hacia Ana María desde el mismo momento en que la conoce. El que el enmascarado sea un hombre casado no supone ningún obstáculo para ella.
              -Gago siembra sutilmente la duda:  ¿Y si el hijo que espera Ana María no fuese realmente fruto de su violación a manos del impostor?. Como ella misma dice, tiene "terribles sospechas" de que lo sea;  pero, como todos sabemos, una sospecha no equivale a una certeza.
             -Resulta curioso que el Guerrero se enfrente a "Máscara de Hierro" con el rostro totalmente cubierto cual verdugo y termine cortándole la cabeza.
              -En la viñeta 5 de la página 6 está claro, por la postura del brazo y de la mano derechos de nuestro héroe, que el Guerrero originalmente empuñaba una espada con la que estaba a punto de atentar contra su esposa al saber que el hijo que espera no es de él. Lo más probable es que a alguien de Valenciana la escena le resultase demasiado fuerte y Gago se viese obligado a hacer desaparecer al arma. Sin embargo, en la siguiente viñeta, vemos cómo el enmascarado la arroja al suelo al darse cuenta de que "iba a reaccionar como una mala bestia".
             -Numeración en interior de la contraportada, 364. 
                    
                    










sábado, 16 de noviembre de 2013

Núm. 20. DURA REALIDAD

Fecha de publicación: 19 - V - 1979.





      "¡No...no te escaparás! ¡Mis brazos se tornarán ligaduras...y serás vencido por una mujer que te ama!" -Sandra momentos antes de obligar a nuestro protagonista a hacerle el amor.



      Tanto el Guerrero del Antifaz como Li Chin expresan su negativa a quedarse en las Chafarinas junto a Sandra y el capitán Todul. Li Chin, que no está dispuesta a someterse a los deseos de su admirador, le propina a éste un par de patadas donde más duele. Enfurecido, el turco la golpea, pero el Guerrero interviene, y pese a tener los brazos atados, le deja fuera de combate.
      Cada vez más admirada por la gallardía del cristiano, Sandra ordena a sus hombres que lo lleven a sus habitaciones y le aten a una columna. La otomana intenta apaciguar al enfadado enmascarado asegurándole que le libertará si promete no tomar represalias contra ella.. En ese momento, el Guerrero rompe las ligaduras que le sujetan, pero Sandra se abalanza rápidamente sobre él y con fuerza inusitada le despoja de sus ropas. Fuera, los guardias que custodian la puerta del dormitorio oyen los ruidos de dentro mas no intervienen, ya que creen que son producidos por su ama  al castigar al prisionero.
      Más tarde, una vez satisfecha su pasión, Sandra se aviene a dejar marchar al cristiano  y le indica la habitación en la que duerme Li Chin. Nuestro héroe sale por la ventana y camina por la cornisa hasta llegar al dormitorio de su amiga. Justo cuando se disponen a abandonar el lugar, Todul llama a la puerta haciéndose pasar por el Guerrero, quien le dice a su compañera que abra, pues desea dar su merecido al capitán por su mezquino comportamiento de antes. La joven abre a su insistente pretendiente, quien al descubrir la burla arremete furioso contra su odiado rival.
       Puesto fuera de combate Todul, la pareja sale a la cornisa exterior y desde allí salta a una carreta que transporta paja, obligando al conductor a que se dirija  al puerto de la isla. Una vez en el embarcadero, convencen a dos pescadores para que les lleven a España a cambio de una bolsa de monedas de oro. Pero los berberiscos aprovechan que el sueño vence a los fugitivos para intentar asesinarles y quedarse con el oro. El enmascarado reacciona a tiempo y les hace entrar en razón. A partir de entonces el viaje se desarrolla sin más incidentes.
      Durante un momento el Guerrero y Li Chin parecen olvidarse de que el cristiano tiene una familia que le espera,  y están a punto de dar rienda suelta a sus sentimientos; sin embargo,  la realidad se impone e intentan reprimir su mutua atracción.
      En España, "Máscara de Hierro" ha sobrevivido a la caída en el foso del castillo y se oculta entre unos arbustos que crecen junto al agua; haciendo creer a Ramiro y a los soldados que le buscan, que se ha ahogado.
      Tras desembarcar en el punto de la costa más cercano al condado de Roca, el Guerrero y Li Chin adquieren dos caballos con los que llegan a los lares del enmascarado. Cuando nuestro héroe se presenta ante su esposa, Ramiro, que desconfía de todo, se propone asegurarse de que esta vez se trata de su verdadero señor y no de un impostor.


COMENTARIOS:
             
               - A pesar de su título, este episodio está sazonado en buena parte de elementos eróticos y de marcado carácter cómico ( Véase esa Sandra que prácticamente viola a nuestro protagonista para conseguir satisfacer sus desatados impulsos sexuales, o esa situación casi de vodevil en la que Todul llama a la puerta de Li Chin haciéndose pasar por el enmascarado, ignorante de que éste se encuentra en la estancia ).

              -Numeración en interior de la contraportada, 363.

             

           
           

             
             

jueves, 29 de agosto de 2013

Núm. 19. PRISIONEROS DE SANDRA

Fecha de publicación: 12 - V - 1979.




"Prefiero morir antes que traer al mundo a esa criatura." -Ana María, al serle confirmado su nuevo embarazo.


      El Guerrero del Antifaz se enfrenta al temible Mohamet Krim, quien supuestamente parte con ventaja, ya que a su espada hay que sumar el afilado pincho de acero que sustituye su mano izquierda perdida. Pero el berberisco no es rival para nuestro héroe, que logra vencerle y tomarle prisionero. Al ver derrotado a su jefe los piratas se baten en retirada y retornan a sus naves, alejándose. Por su parte, los isleños deponen las armas y se someten rápidamente a los vencedores.
       De vuelta al palacete, Sandra pide por enésima vez al enmascarado que se quede con ella como capitán de todas sus fuerzas, asegurándole que le hará rico y feliz; pero él le recuerda que en España le espera su familia. Todul también ruega a Li Chin que se quede, pero la joven manifiesta su deseo de seguir al lado del Guerrero, a quien ama. Sandra aparenta respetar los deseos de la pareja, pero en su interior planea retenerla, aunque tenga que emplear la fuerza.
       En España, Ana María se hace examinar por el físico del castillo y sus peores temores se confirman: está nuevamente embarazada, y esta vez el hijo que espera es fruto de su violación a manos del impostor. La noticia la sume en una honda desesperación y, desolada, confiesa a Sarita que prefiere morir a traer al mundo a ese hijo. Adolfito, que ignora los motivos por los que su madre es desdichada, no entiende porqué no es feliz ahora que va a darle un hermanito. Ramiro, que en ausencia del conde de Roca se ha convertido en confidente del niño, trata de disipar sus temores, ocultándole el verdadero tranfondo de la situación. El escudero también tiene que ver cómo su amada señora le reprocha el no haber acabado con la vida del hombre que tanto mal le ha hecho.
       Durante la guardia en el exterior del castillo dos centinelas ven aparecer de repente a "Máscara de Hierro", quien se salvó de morir ahogado en el mar tras ser recogido por una embarcación amiga. Después de deshacerse de ambos centinelas, se planta ante el portón desafiando a muerte al Guerrero del Antifaz, a quien acusa de haber asesinado a Nasika. Ramiro le informa de que él mató a un impostor y que está dispuesto a ocupar el lugar del verdadero enmascarado si se empeña en su desafío. Ana María ruega al escudero que no lo haga pero, animado al ver que la condesa se preocupa por él, acepta gustoso el combate.
      "Máscara de Hierro" es un enemigo bastante peligroso, pero Ramiro se las ingenia para arrojarlo al foso del castillo, en cuyas aguas el pirata oriental se hunde, arrastrado por el peso de su armadura.
       Mientras tanto, en la isla principal de las Chafarinas, el Guerrero y Li Chin pretenden partir, cuando se ven rodeados y maniatados por los corsarios de Sandra.


COMENTARIOS:

              -Li Chin ya no le esconde a nuestro héroe el amor que siente por él. A su vez, es indudable que el enmascarado siente algo más que amistad por la joven. Bastante significativa es la expresión de su rostro cuando, durante el reciente enfrentamiento con los piratas berberiscos, es testigo de las atenciones de Todul para con la joven. ( Ver 1ª  viñeta de la página 2. De la forma más sencilla Gago explicita,  a través del dibujo y sin recurrir al texto, cuáles pueden ser los pensamientos que rondan por la cabeza del protagonista. )

             -Como se pudo ver en el núm. 8 de la serie, Nasika murió a manos de los piratas de Ben Jafiar, ayudando al Guerrero. "Máscara de Hierro" no tiene ninguna base para pensar que el cristiano la mató, ya que, el samurai ni siquiera presenció la muerte de su compañera, y nada se nos dice de que, una vez rescatado del mar, regresara al lugar de la batalla y encontrara su cadáver.

            -Numeración en interior de la contraportada, 362.

viernes, 9 de agosto de 2013

Núm. 18. DEFENDIENDO LA ISLA

Fecha de publicación: 5 - V - 1979.






      Convencido de que el perro asesino volverá a atacar, el Guerrero del Antifaz indaga entre los isleños el paradero del ciego. Un trío de berberiscos se ofrece a llevarle a la morada de Zabeni, que así se llama el invidente, pero lo que verdaderamente traman es asesinar al enmascarado en el interior de una de las casas. El cristiano, que sabe defenderse, pone en fuga a dos de ellos y obliga al tercero a llevarle a la morada del ciego. Este último intenta acabar con la vida del cristiano accionando una palanca que hace caer una enorme losa de piedra del techo. Nuestro héroe no sólo esquiva lo que se le viene encima sino que, además, evita el cuchillo que Zabeni le arroja, dándose cuenta, así, de que el ciego no es tal. Viéndose perdido, el amo del perro asesino, lanza contra el cristiano un recipiente de barro que, al romperse, deja en libertad las numerosas víboras que contiene.
      Mientras el Guerrero se deshace de las serpientes con la ayuda de su espada, Zabeni se dispone a escapar por una ventana pero es mordido por una de las víboras. El enmascarado promete enviarle un físico con un antídoto si le dice dónde está el perro. El falso ciego le contesta que ha ido en busca de Li Chin, y nuestro héroe, sabiendo que la muchacha ha salido a hacer algunas compras en el mercado, se encamina rápidamente hacia allí. Siguiendo el rastro de su nueva víctima, el perro la encuentra y se abalanza sobre ella; pero el Guerrero llega justo a tiempo de evitar la muerte de su amiga y se enfrenta, armado con su acero, al enloquecido animal. Sin embargo, son los corsarios de Sandra los que acaban con el temible can asaetándolo.
      Todul, uno de los capitanes de Sandra, confiesa a su señora que la joven oriental le gusta y desea tomarla por esposa. Viendo una oportunidad para deshacerse de su rival, la otomana le promete que hará cuanto pueda para que sea suya.
      Ahora que el peligro del perro asesino ha pasado y que las islas están bajo dominio de Sandra, el Guerrero manifiesta a esta última su deseo de volver a España con su familia. En ese mismo momento cunde la alarma, pues varios barcos piratas se acercan a la costa disparando sus cañones. Se trata de los navíos de un peligroso pirata berberisco, Mohamet Krim, que, enterado de que las Chafarinas han caído en manos de los otomanos, se dispone a recuperarlas.
      Con la ayuda del Guerrero y Li Chin, los corsarios se aprestan a rechazar a los enemigos que ya desembarcan en la playa. Todul permanece todo el tiempo junto a la mujer que ama, salvándola de alguna situación apurada. Los isleños aprovechan el ataque de sus compañeros para rebelarse y atacar a los otomanos por la retaguardia. Pronto, los hombres de Sandra se ven cogidos entre dos fuegos y, como es habitual en él, nuestro héroe decide enfrentarse personalmente al jefe enemigo.

COMENTARIOS:

             -Numeración en interior de la contraportada, 361.



ESTO ES LO QUE LES PASA A QUIENES INTENTAN ENGAÑAR A NUESTRO HÉROE.

viernes, 12 de julio de 2013

Núm. 17. EL PERRO ASESINO

Fecha de publicación: 28 - IV - 1979.

       "Bebamos juntas en prueba de nuestra buena amistad." -Sandra a Li Chin momentos antes de echar un somnífero en su vaso.



      Todo ha sido una falsa alarma y el Guerrero del Antifaz no sólo no está muerto sino que se recupera rápidamente de su desvanecimiento para trepar por la resbaladiza pared de la sima en busca de una cuerda con la que sacar a sus amigas.
      Arriba, los hombres de Mustafá quieren obligar a uno de los piratas a que les guíe por la cueva, pero el prisionero les advierte de que corren el peligro de caer en alguna de las traicioneras grietas y morir; también    les avisa de la existencia del vampiro, explicándoles que se trata de un prisionero que se volvió rabioso y tuvo que ser recluido en las zonas bajas de la caverna.
      Nuestro héroe escala la pared y se tropieza con los corsarios, que le proporcionan una escala de cuerda con la que facilitar el ascenso de las mujeres,
      Sandra informa a los suyos de la muerte de Mustafá, y, tras ordenarles que bajen a darle sepultura, asume el mando de la expedición, dispuesta a acabar con la resistencia de los berberiscos.
      Una vez rendida la guarnición pirata, los corsarios hacen su entrada sin más opoisición en la pequeña ciudad que se alza en la isla. Sandra, que, de momento, piensa quedarse allí, informa a los habitantes de que ella gobernará de ahora en adelante. Como prueba de sometimiento los isleños acuden al palacete donde se ha instalado su nueva ama para obsequiarla con ricos presentes. Entre los asistentes se haya un ciego guiado por un perro enorme, que se dispone a entregar la bolsa de monedas que posee; pero Sandra, deseosa de congraciarse con sus nuevos súbditos, rechaza el regalo del invidente y, en cambio, anima a éste a que pida lo que necesite. El ciego sólo quiere como recuerdo alguna prenda personal que pertenezca a Sandra y Li Chin y al Guerrero del Antifaz; obteniendo los pañuelos de las dos mujeres y una bolsa con monedas de oro del cristiano. Este último le ve partir un tanto receloso, pues no cree que la buena voluntad de Sandra sirva para ganarse a la población.
      Terminada la audiencia la otomana pide al enmascarado que se quede junto a ella como su capitán, pero él le recuerda que su mujer y su hijo están esperándole en España.
      Más tarde, Sandra y Li Chin se retiran a los aposentos de la primera, quien planea narcotizar a la segunda para así poder estar a solas con el Guerrero sin que la oriental pueda impedirlo. Pero Li Chin sospecha de ella y tiene la misma idea, de manera que las dos quedan sumidas en un profundo sopor después de ingerir sendos vasos de leche drogados.
      Los sueños de ambas mujeres resultan ser muy parecidos ya que en sus ensoñaciones eróticas el enmascarado elige a una de ellas en detrimento de la otra.
      En otro lugar de la isla, el ciego da a oler a su perro Rif el pañuelo de Sandra, ordenándole que mate a la dueña del mismo. Comprendiendo las órdenes de su amo, el can se introduce en el palacete y, burlando a todo aquel con quien se tropieza, llega a las puertas del aposento donde duermen las amigas del Guerrero. Atontada por la droga que le ha suministrado su rival, Sandra oye los ruidos que el can produce al tratar de abrir la puerta y. creyendo que se trata del objeto de su deseo, se arrastra como puede hasta ella y la abre. Alertado por los ruidos causados por el perro nuestro héroe decide investigar y llega justo a tiempo de evitar que el salvaje animal destroce a la adormilada Sandra, que cree que es el enmascarado el que se lanza sobre ella. El cristiano se enfrenta al can y consigue arrojarlo a través de una ventana a los jardines del exterior. El perro decide regresar junto a su amo, que se dispone a darle a oler ahora el pañuelo de Li Chin.
      En las habitaciones de Sandra, nuestro protagonista está convencido de que el siniestro animal volverá a atacar.


COMENTARIOS:

             -Antes de pasar a formar parte de la corona española en el siglo XIX, las Chafarinas fueron tierra de nadie en la que los navegantes del Mediterráneo habían encontrado refugio desde tiempo inmemorial. De origen volcánico, sus tres islas conforman un archipiélago frente a las costas de Marruecos en el que la ausencia de agua potable ha hecho prácticamente imposible el establecimiento de poblaciones permanentes. Hoy día, sólo los militares destinados en las islas tienen acceso a ellas.

             -Numeración en interior de la contraportada, 360.