jueves, 18 de enero de 2018

Núm. 62. FANTASMAS DESCUBIERTOS

Fecha de publicación. 8 - III - 1980.


Los "fantasmas" necesitan hombres que sepan luchar y les protejan de sus enemigos, por lo que su líder le ofrece al Guerrero del Antifaz libertad y prebendas si jura formar parte de sus filas. Como el prisionero se niega en redondo, el jefe de la secta saca un péndulo mágico con el que se apresta a hipnotizarle. Li Chin urge a su amigo para que se resista al poder hipnótico del instrumento, pero parece que todo es inútil, ya que su compañero, obedeciendo las órdenes del líder de los encapuchados, le ordena callar, al tiempo que la tira de un empujón y la patea.
     Juzgando que nuestro héroe está bajo su dominio, el jefe de la secta ordena a los suyos que le quiten los grilletes y, luego, se lo lleva del calabozo. La primera misión del involuntario aliado consistirá en luchar contra Guruf Kan y matarlo. Sola en la mazmorra, Li Chin es acosada por numerosos "fantasmas" que se lanzan sobre ella con el ánimo de satisfacer su lujuria. 
     Al oír los gritos de la joven, el Guerrero, que había hecho creer a sus captores que no era dueño de su voluntad para conseguir, así, que le quitaran las cadenas, se revuelve contra el grupo que le acompaña. Al golpear al líder, el ojo postizo con el que somete a sus víctimas cae de la cuenca vacía de su ojo derecho. Rápidamente el enmascarado regresa al calabozo donde se encara a los que pretenden forzar a su amiga. El jefe "fantasma" vuelve en su busca y se dispone a apuñalarlo por la espalda, pero Li Chin lo detiene haciéndole la zancadilla primero y dándole un puntapié después. El cristiano despoja de su máscara al traicionero y contempla su muy humano y desagradable rostro. Queda totalmente claro  que aquellos individuos no son ni seres sobrenaturales ni miembros de ninguna secta como proclaman, sino vulgares bandidos que utilizan sus disfraces y el hipnotismo para aterrorizar a posibles víctimas.
     Amenazando al líder con clavarle el puñal si no libera a Li Chin, el enmascarado consigue que los ladrones desencadenen a la oriental, con la que emprende veloz carrera por unos parajes tenebrosos en los que las mismas rocas parecen fantasmas esculpidos en piedra. Su pretensión es llegar a la aldea de Guruf Kan, donde, según cree el Guerrero, estarán esperándoles Don Luis, Fernando y Soraya. En su camino se topan con algunos centinelas enemigos dispuestos a obstaculizar su fuga. En ese preciso momento Don Luis otea la costa con un catalejo y descubre a la pareja en pleno enfrentamiento con los encapuchados. Rápidamente ordena que el barco se acerque a la costa y, tras bajar a tierra, acude junto a Fernando en ayuda de sus amigos. Entre todos acaban bien pronto con los "fantasmas" y ponen rumbo a la patria. Para el Guerrero supone el reencuentro con sus seres queridos, mas para Li Chin la amenaza de que Ana María le separe de él.
     En España, después de una brutal pelea, Ramiro acaba con la vida del feroz Bartolo y va a la cabaña para apoderarse de algunos caballos con los que poder regresar al castillo de Roca con su señora, la condesa, y Sarita. Dispuesta a vengar la muerte de su hombre, la mujer del leñador le recibe armada con un gran cuchillo, pero a Ramiro no le cuesta nada desarmarla. Dejando allí al convaleciente Romualdo en espera de que la justicia se haga cargo de él y le juzgue, el escudero y las dos mujeres marchan al galope de aquel lugar, temiendo que los hombres del rufián se hallen por los alrededores.
     En el Mar Negro, el barco en el que el Guerrero y sus amigos regresan al hogar tiene un inesperado encuentro con una gigantesca serpiente marina que agita sus enormes anillos en las aguas.

COMENTARIOS:

               -Si bien no se dice nada al respecto, el lector se queda con la sospecha de que el líder de los "fantasmas" ha podido sacarse él mismo el ojo derecho para sustituirlo por la joya con la que hipnotiza a sus víctimas.
               -No suelen abundar los animales monstruosos en las series del Guerrero del Antifaz, aunque podemos recordar algún que otro cocodrilo o pulpo gigante o esporádicos dinosaurios en la colección clásica.
               -Numeración en interior de la contraportada, 405.
      
      

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