domingo, 10 de diciembre de 2017

Núm. 49. BATALLA DECISIVA

Fecha de publicación: 8 - XII - 1979.


       "¡Oh!...Veo una nube extraña en tu mirada...un negro presagio...¡Tu vida está en peligro...!"
                       -Nora a Ramiro.



Mientras el Guerrero del Antifaz y Li Chin se encargan de los soldados que están a punto de empalar a Don Luis y Fernando, estos últimos aprovechan la distracción para liberarse de sus ataduras e impedir que unos arqueros disparen sobre sus amigos.
       Avisado de lo que ocurre, Argoulus deja a Soraya atada a su lecho y acude al lugar del conflicto para descubrir que el pueblo, estimulado por el ejemplo de valentía de los españoles, se ha sublevado, cansado de su tiránico gobierno. El enmascarado se apodera de un caballo y se bate con él; pero, cuando el cacique hace mofa de Soraya, Don Luis le pide a nuestro héroe que le ceda el privilegio de darle su merecido. El conde de los Picos da muerte a su contrincante; cuyos hombres, al verse privados de alguien que les mande, deponen las armas. En los aposentos del fenecido déspota la sultana tranquiliza a su enamorado asegurándole que Argoulus no tuvo tiempo de abusar de ella. Agradecidos con los españoles y sus dos compañeras, los isleños les proporcionan un navío con tripulación para que puedan regresar a su país. Li Chin se siente infeliz, pues teme que el enmascarado se olvide de ella cuando esté junto a su esposa.
       En España, Ramiro teme en un primer momento que Ana María pueda haber muerto al golpearse la cabeza con la rama del árbol, pero pronto comprueba que no es así. Incapaz de dominar sus impulsos, está a punto de besar a su inconsciente señora cuando es interrumpido por Nora, que se encontraba por los alrededores. La curandera ve un mal presagio en la mirada del escudero y así se lo hace saber a éste. Ramiro se enfada al oír sus palabras, mas enseguida se calma. La muchacha reanima a la condesa y accede a su petición de que regrese al castillo.
       En otro lugar, tres naves gobernadas por bárbaros asiáticos que parecen venir del Mar Caspio se disponen a capturar el barco en el que el Guerrero y sus amigos han puesto rumbo a la patria. Los asaltantes disparan un enorme cañón y abren una vía de agua en la línea de flotación del navío acosado. Aunque los españoles y sus aliados griegos se esfuerzan por reparar el destrozo, el cañón hace fuego de nuevo y hace un segundo agujero. El barco se hunde sin remedio y nuestros héroes intentan ponerse a salvo agarrándose a un madero flotante.

COMENTARIOS:
               -Ramiro no puede reprimir por más tiempo lo que siente por su señora y está a punto de dar rienda suelta a su pasión sin tener en cuenta que ella esté inconsciente y, por tanto, desvalida. Aunque su intención primera parece ser la de darle un simple beso, hay algún indicio que apunta a que la cosa podría haber ido a más de no ser por la oportuna intervención de Nora. ¿Se habría atrevido, efectivamente, el escudero a hacerle al amor a la condesa mientras esta permanecía sin sentido?
              -Numeración en interior de la contraportada, 392. 

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