sábado, 16 de diciembre de 2017

Núm. 51. TIERRAS LEJANAS

Fecha de publicación: 22 - XII - 1979.



Centinela: -¿Dónde vas tan deprisa? (...) ¡Te comerán los monstruos!
Li Chin: -¡Y si me quedo me comerán otros!


Procedentes de la montaña, unos hombres de aspecto bestial irrumpen, aullando como lobos, en el poblado costero donde gobierna Guruf Kan. El Guerrero del Antifaz aprovecha los momentos de confusión y pánico para cortar las ligaduras que atan a sus amigos y echar a correr hacia el puerto con el pensamiento de apoderarse de una de las naves allí fondeadas y huir. Numerosos bárbaros les salen al paso, buscando capturarlos de nuevo y entregarlos como comida a los monstruos. Soraya, exhausta por la carrera, cae al suelo sin poder dar un paso más y pide a Don Luis que se ponga a salvo. No hay que decir que el conde se niega a abandonarla.
       Mientras, los hombres-bestia siembran el terror asesinando a unos y llevándose a otros como presas a las que, más tarde, devorar. El propio Guruf Kan resulta herido cuando trata de defender a su hija Naduska y no puede impedir que también se la lleven. Imposibilitado para acudir al rescate y reconociendo el valor y la fortaleza demostradas anteriormente por los cristianos, Guruf Kan envía al capitán Torik Kan a los muelles para parlamentar con ellos. Les ofrece llevarlos a España si acceden a rescatar a la muchacha.
       Don Luis duda de la sinceridad de la oferta, pero el enmascarado, tras contemplar la destrucción y muerte causados y convencido de que van a acometer una causa justa, acepta la propuesta. Acompañados de Torik Kan y algunos de los hombres bajo su mando, los españoles parten inmediatamente sin Soraya ni Li Chin. Nuestro héroe, pensando en la seguridad de ambas mujeres, prefiere no exponerlas a peligros innecesarios y les ordena que se queden con los bárbaros. Sin embargo, la oriental no quiere separarse de él y, desoyendo los ruegos de la otomana para que no la deje allí sola, abandona la aldea.
       Uno de los centinelas la ve pasar y, fuertemente atraído ( y algo más ) por su belleza, intenta detenerla. La joven se zafa de él propinándole uno de sus hábiles golpes y echa a correr montaña arriba. Mas el centinela no se da por vencido y le sigue los pasos por aquella zona abrupta del Cáucaso hasta que, súbitamente, un grupo de hombres-bestia cae sobre él y le da muerte. Li Chin ha oído los gritos del desdichado y, desde lejos, contempla, horrorizada, cómo es descuartizado por los antropófagos.
       Descubierta por los terribles seres, es perseguida y alcanzada y, aunque se defiende con desesperación, acaba siendo atrapada. Todo parece indicar que no va a tener un buen final.

COMENTARIOS:
               -Observamos cierta diversidad morfológica entre "Los Monstruos de la Montañas" ; ya que mientras algunos no difieren en exceso de los seres humanos -a pesar de poseer, ciertamente, características un tanto animales-, otros son representados como una clara hibridación entre hombres y lobos. Esto resulta más palpable en las últimas viñetas del cuaderno, cuando las criaturas están a punto de acabar con Li Chin.

               -Un lesbianismo soterrado hace acto de presencia en la escena en la que Soraya suplica a Li Chin que no la deje sola entre los bárbaros. Pese a lo que pueda sentir por Don Luis, la sultana parece, de algún modo, buscar consuelo a su miedo entre los brazos de la que, hasta hace poco, ha sido su rival amorosa. El modo de acercarse a la oriental y los gestos de sorpresa y rechazo de ésta última resultan bastante elocuentes. De todas formas, siendo las NUEVAS AVENTURAS una colección dirigida oficialmente al público juvenil, Gago no explicita en demasía la posible bisexualidad de la liberada y sensual otomana. Tampoco creo que VALENCIANA quisiera ( ni permitiera al autor ) ahondar en el tema. 

               -El título de este cuaderno coincide con el del número 594 de la serie clásica.

               -Numeración en interior de la contraportada, 394.


LAS OTRAS "TIERRAS LEJANAS" DE LA SERIE CLÁSICA.

      

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